¿Cuáles fueron sus inicios en la Justicia?

Empecé como meritorio en el Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo Nº10 durante 1 año en la mesa de entradas. En esos primeros años cursaba la facultad de Derecho y tomé conciencia que mi verdadera vocación estaba por el derecho penal y así pasé a trabajar como meritorio en una Fiscalía de Instrucción. Luego en una Defensoría de Juicio criminal en San Martín con la Dra. Fabiana León donde me designaron con el cargo de ordenanza porque era el único que había en el escalafón en 1995. Peticioné ante la CSJN para que me reconocieran mi trabajo que era llevar expedientes y así generé el primer antecedente en el PJ: que a un ordenanza le pagaran el título de Bachiller en Derecho. Luego el Dr. Hendler me designa en la Sala A de la Cámara Penal Económica en 1996 y de ahí designado por el Dr. Aguinsky en el Juzgado Penal Económico Nº6. En la cámara obtengo un cargo de Prosecretario Administrativo para trabajar en casos vinculados con la Aduana paralela, para luego pasar a la Sala B donde fui Secretario y Prosecretario de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico de la Capital Federal entre 1997 y 2003. En 2004, el Procurador General de La Nación, el Dr. Esteban Righi, me nombra Fiscal General a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando (U.F.I.T.Co).
Doble función
En ese momento, el Dr. Righi me consultó si estaba dispuesto a llevar adelante la doble función de Fiscal General de Juicio y Director de la U.F.I.T.Co  en carácter ad-honorem porque sólo se puede tener un sueldo del Estado. Acepte a costa de mi mujer y de mis hijos porque es un trabajo intenso y arduo colaborando con fiscales de todo el país en casos de evasión tributaria y contrabando. De esta manera, cumplí desde el año 2006 hasta 2011 casi cinco años con los dos trabajos con casos trascendentes como la causa Armas, el caso Southern Winds o el juicio por evasión tributaria de Crónica TV.
¿Cómo es el día a día de un fiscal?
Es un trabajo muy intenso porque tiene la obligación de instar la acción penal. La función principal es la perseverancia. Tiene la obligación de denunciar y acusar y es el termómetro del tribunal porque tiene la obligación de custodiar la legalidad del procedimiento.  Una vez un colega juez me mandó una foto de un perro Pitbull, así es el trabajo de fiscal. Los empleados de la fiscalía llevaban un seguimiento de la base procesal porque quería evitar las prescripciones, quería estar encima y proponer medidas de prueba sobre todo en los juicios de todo el país en la U.F.I.T.Co. Se trabaja con una base en Buenos Aires y una vez por mes hacíamos reuniones en el interior del país con los fiscales. Puedo decir que me reuní prácticamente con todos los fiscales del país. En estas reuniones se fijan políticas de trabajo, metodologías y a partir de allí se aceita el vínculo para enviar los escritos y proponer las medidas.
¿Cumplió los objetivos que se propuso?
Creo que cumplí mis objetivos paulatinamente como fiscal y que ha llegado el momento de estar en una nueva función como juez pero cuando uno está en la función pública no descansa nunca. Ahora tengo una sola función pero una responsabilidad muy grande por el cúmulo de expedientes en trámite desde causas por delitos de lesa humanidad, de funcionario, tráfico de estupefacientes y también delitos criminales como homicidios o amenazas. Se proyectó crear la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y todavía no está puesta en funcionamiento, por eso Casación soportó el impacto de todos los juicios de lesa humanidad y el incremento de la oralidad que llevó a que las sentencias que no son definitivas pero sí equiparables lleguen a esta instancia incrementando las audiencias por día que llegan a 18. Este incremento no se vio compensado con lo que hubiera sido el desagote entonces tenemos una sobrecarga de trabajo importante y vengo a “ponerle el pecho”.
¿Por qué se quedó con una sensación de injusticia en el fallo de la Causa Armas?
Yo había considerado que en un juicio en el cual se llevó a cabo durante 3 años con 500 testigos, llegar a la conclusión que todas las personas hayan sido absueltas, más allá de los fundamentos que los conoceremos en noviembre, parecía una situación injusta y que los 3 años de juicio no habían tenido ningún sentido.
¿Le ve alguna conexión política a aquel fallo?
Siempre me concentré en las pruebas del expediente y así obré como fiscal. Cuando vea los fundamentos de cómo llegaron a la conclusión, que no me los puedo imaginar, y por eso no sé cuál fue la línea argumental, solo se me hace difícil pensar que les haya tomado 3 años tomar esta conclusión. Si era tan desincriminante pareciera que no es necesario generar ese dispendio estatal sobre todo que el Código Procesal hablita mediante distintas incidencias. Por lo tanto, si estaban todas las partes de acuerdo en el hecho concreto cómo podían ser todos absueltos. En definitiva,  en su momento me causó un gran asombro la sentencia. Ahora hay una instancia de recurso de casación que llegará después de los fundamentos y ya entrando en 2012 vendrá a la Cámara de Casación. Como una causal específica adscripta al Código Penal dice que no puedo ser juez y parte. Entonces, si eventualmente me tocara intervenir me tendría que excusar porque si actué como fiscal no puedo actuar como juez.
¿Cómo se define como juez?
Como una persona que va a tratar de descongestionar el cúmulo de expedientes que existen. Si cada 10 días puedo sacar 50 casos podemos estar en una situación de normalidad. Cada sala tiene 3 vocalías con un aproximado de 350 causas por vocalía en las 4 salas que hay en casación. En estas causas se puede hacer una división entre delitos ordinarios y delitos federales. Estos últimos son los de lesa humanidad, tráfico de estupefacientes y otros como los delitos de funcionario público que concentran la mayor cantidad de expedientes. Del número final, un 55 % son delitos federales y un 45 % son delitos ordinarios como robo, homicidio, ejecución penal o libertades condicionales. Si se pusiera en funcionamiento la Cámara de Casación ordinaria me podría concentrar en el 55 % que es la mitad de los delitos federales, la competencia que hoy en día está vigente de acuerdo a la ley para la justicia de la Cámara Nacional de Casación Penal. Entonces, mi objetivo número 1 como juez es descongestionar el sistema.
 
Causa Armas
Después de tres años de juicio oral, casi 500 testigos, 495 cuerpos de expediente y un total de 16 años de investigación judicial por el envío de 6000 toneladas de armas del Ejército a Croacia y a Ecuador donde, según fuentes judiciales, se probó que el armamento que se vendió como nuevo era usado y que se cobraron registros indebidos. Que las transferencias por alrededor de 50 millones de dólares están documentadas en los registros del Banco Montevideo y del banco offshore uruguayo Exterbanca y que también está probado que el centro geográfico del contrabando fue la Fábrica Militar de Río Tercero donde llegaba el cargamento para ser repintado y embalado en contenedores que se enviaban al puerto de Buenos Aires. Las explosiones de 1995 destruyeron parte de esa planta y tres barrios de la ciudad cordobesa como parte de un atentado cuando avanzaba la causa en la Capital Federal. A todo esto, el TOF Nº3 resolvió absolver a los 18 imputados de la causa entre los que se encuentra el ex presidente Carlos Menem, y varios ex funcionarios de sus mandatos.