El Décimo Informe sobre Conflictividad Vecinal en la Ciudad de Buenos Aires, elaborado por el Ministerio Público porteño al que accedió Tiempo Judicial va en línea con la consecución de hechos de violencia urbana en el tránsito porteño.

Con un registro de 37.654 hechos de “amenazas, daños, lesiones en riña, tenencia de armas, hostigamiento, intimidaciones, ruidos molestos y conductores bajo los efectos del alcohol”.

El promedio cotidiano es de 103 hechos con estas características. En la provincia de Buenos Aires la situación no es mejor: se calcula que son más de 300 los expedientes abiertos por esas mismas causas. Y cabe destacar que no se incluyen hechos de homicidios, consumados o en grado de tentativa, según fuentes judiciales bonaerenses. 

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, hay también miles de denuncias que se originan por problemas ocasionados dentro de los edificios, con el consorcio, básicamente por filtraciones de humedad y ruidos molestos, aunque la variedad es casi infinita. Muchas veces estos disparadores culminan con personas golpeadas o heridas de gravedad.

Así lo expresó días después de la trifulca entre el taxista y un conductor que fue viralizada en redes sociales. El fiscal penal y contravencional N° 2, Norberto Brotto, que investiga la agresión del taxista Claudio Rímolo a un automovilista, destacó que los hechos de violencia en el tránsito se reiteran. "Sucede mucho dentro de lo que es el delito de daño, hay muchos casos en la Justicia por este tipo de reacciones. En un turno de 15 días, no exagero si digo que tenemos 15 casos de conductores que bajan y se pelean, o le rompen el auto a la otra persona, o rompen el colectivo. La estadística puede ser uno por día o que en una noche me entren tres casos de estos", comentó en declaraciones radiales.

Brotto aclaró que si bien la cifra "no es tan específica de un caso por día" ni "tan lineal"  los casos "se repiten mucho". "Hay mucha pelea, y mucha reacción y justicia por mano propia", expresó Brotto. Pero, respecto de la agresión de Rímolo a Fabio Rojas, ocurrida el viernes 5 de abril en Villa Urquiza, recordó que no es tan común el nivel de violencia registrado. "Esto siempre pasó, no es algo nuevo. Pero lo que llama la atención es la violencia de este hecho, eso es lo que marca la diferencia", dijo el fiscal de la Justicia porteña.

Si bien el Código Procesal Penal de la ciudad tiene establecida la mediación como un método de resolución de conflictos para este tipo de casos previo a iniciar un juicio, por la virulencia de la conducta del taxista Brotto descartó la posibilidad de pasar por esa instancia. "Observar a una persona con una violencia tan extrema en la calle y que ni siquiera se fija en la salud de su bebé y de su señora [a bordo del taxi cuando embistió marcha atrás al auto de Rojas] me lleva a descartar la posibilidad de la mediación", afirmó.

Asimismo, consideró que hubo muchos agravantes. "Subirse, dar marcha atrás y seguir insistiendo con el daño, que adentro del taxi estuvieran la mujer y el bebé. La idea es ir por la pena máxima que son dos años de prisión y voy a pedir determinadas cautelares, como la prohibición de que siga conduciendo", agregó. La licencia profesional de conducir ya le fue suspendida preventivamente por la Secretaría de Transporte y Tránsito porteña.