La foto que ilustra esta nota ilustra un cómic llamado "Vengadores, la cruzada de los niños", es una escena en la que dos personajes hombres, novios en la historia, se besan. Se preentó en un el evento literario más importante de Brasil, la Bienal de Rio de Janeiro y generó polémica.

¿Por qué? Porque hubo un intento de censura por parte del alcalde de Rio y la Corte Suprema de Justicia intervino para evitar la censura del libro con personajes gays. El presidente, Claudio Mello Tavares, suspendió el fallo que prohibía retirar los cómic de la bienal en una batalla judicial que duró todo el fin de semana en tierras cariocas. ¿Y ahora?

En la Bienal del Libro de Río de Janeiro, el jueves pasado el alcalde de Río de Janeiro y pastor evangélico, Marcelo Crivella, protestó contra la exposición de un cómic en el que aparecen dos personajes homosexuales besándose y el viernes ordenó que un equipo de fiscales decomisaran los libros que, según él, son “inapropiados para menores de edad”.

Crivella ordenó que retirarán de circulación el libro de cómica de la editorial Marvel en una línea de pensamiento similar a la que expresa el presidente Jair Bolsonaro. Se trata de la primera vez que un operativo de este tipo se realiza en la historia de la bienal, que se organiza desde hace 38 años.

"La alcaldía determinó que los organizadores recojan ese libro que trae contenido sexual para menores", había dicho Crivella el jueves en un video publicado en su cuenta de Twitter. Sin embargo, la Bienal no dio su brazo a torcer. En un comunicado defendiendo la exhibición del libro, los organizadores destacaron que se trata de un evento "plural, donde todos están representados".

crédito: AFP

Organizaciones civiles y de homosexuales describieron la actitud de Crivella como una maniobra "homofóbica". De fuerte tradición conservadora, Crivella, quien fue obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Brasil, se ha referido en el pasado a los homosexuales como "víctimas de un terrible mal". Es un alcalde que llegó al poder de la mano de la Iglesia Evangélica que mueve millones de dólares en el país vecino y cada vez se mete más en la política.

Hubo intento de censura pero ocurrió lo contrario. La editorial se negó a retirarlos y, además, el libro se agotó. Y hay un capítulo más que atrae la atención de este medio ya que intervino la Corte Suprema de Brasil.

La bienal de Rio de Janeiro se realiza hace 38 años seguidos en el país vecino.

La "rebelión" de los organizadores de la Bienal dio inicio a una batalla judicial en instancias inferiores. El domingo la procuradora general Raquel Dodge había pedido con urgencia a la Corte de Brasil que anulara una orden de la justicia de Río del sábado que permitía a la alcaldía aprehender libros. Dodge había pedido la suspensión de la orden de confiscar obras que traten el "homotransexualismo" debido a que la censura podía lesionar el derecho a la libertad de expresión y el libre "tránsito de ideas". De forma preventiva, el presidente de la Corte, José Dias Toffoli, le dio la razón a Dodge y dejó sin efecto la decisión de la justicia de Río.

Finalmente, el ministro de la Corte Suprema, Celso de Mello, dijo en una opinión en el principal diario carioca, Folha de São Pablo. “Bajo el signo del retroceso, cuya inspiración resulta de las tinieblas que dominan el poder del Estado, un nuevo y sombrío tiempo se anuncia, de la intolerancia, de la represión al pensamiento, de la prohibición ostensiva al pluralismo de ideas y del rechazo al principio democrático”, escribió el magistrado revirtiendo la decisión judicial anterior.