Tras varios meses de pesquisa a partir de un hallazgo inicial entre los materiales desclasificados el año pasado por la UFI AMIA, fiscalía especializada en la investigación del atentado, se individualizó un conjunto de restos metálicos que habían sido extraídos del cuerpo de varias de las personas fallecidas en 1994. Así lo confirmó el viernes 16 de diciembre la fiscalía pese a que todavía no hay condenados por el atentado y se realizó un juicio oral por el atentado y se lleva a cabo otro por las irregularidades en esa investigación judicial. 
 
Un adelanto del examen pericial de estos materiales realizado ahora por Gendarmería Nacional afirmó la concordancia entre la estructura de estas esquirlas con la de aquellas piezas de camioneta Trafic recogidas en el lugar y peritadas en 2002. Este resultado en confronte con otras constancias de la investigación consolida además la hipótesis del empleo de una camioneta para la comisión del atentado. detalló el informe de la UFI AMIA compuesta por Sabrina Namer, Roberto Salum y Leonardo Filippini.
 
El Grupo Especial de Relevamiento y Análisis Documental de la UFI-AMIA (GERAD) detectó entre la información desclasificada en 2015 un video donde los profesionales del Cuerpo Médico Forense habían documentado y analizado su trabajo en la investigación. El examen del video permitió advertir que "los forenses habían extraído esquirlas metálicas de varios cuerpos durante las autopsias para su análisis policial sobre la base de su posible o probable pertenencia al artefacto explosivo usado". La demora o la impericia de la Justicia en la investigación de los responsables del atentado del 18 de julio de 1994 a las 9:53 am pasó por alto que este tipo de pericias a los metales (Foto) encontrados en los cuerpos pueden dar con el posible terrorista que se inmoló en la camioneta.  
"El examen de las constancias de la causa, sin embargo, indicaba que tal análisis no se había efectuado", expresaron los fiscales de la UFI AMIA en un comunicado. Así y todo detallaron que a raíz de ello, los fiscales ordenaron una exhaustiva revisión de los materiales existentes en el laboratorio policial al tiempo que fueron informados de una serie de hallazgos estaban "aquellas esquirlas identificadas y reservadas por los forenses veintidós años atrás, durante el desarrollo de las autopsias". O sea, material de prueba que se guardó y no se usó lo cual debe responder el juez que llevó la causa que hoy es juzgado en juicio oral por su mala investigación, el ex magistrado Juan José Galeano. 
Luego de proveer al adecuado resguardo del material, la UFI AMIA inició la realización de un amplio peritaje de tales esquirlas, así como su cotejo con los restos de camioneta secuestrados en el lugar y que habían sido peritados en 2002. El adelanto de los resultados de Gendarmería Nacional días atrás indicó, finalmente, que "había concordancia estructural entre las piezas reservadas hace 22 años pero recuperadas este 2016 y las partes de camioneta recogidas en el lugar al inicio de la investigación".
En tanto, los fiscales tras el hallazgo de las esquirlas en los cuerpos fueron más allá al investigar la posible ubicación de cada víctima al momento del ataque, de los sobrevivientes, de las circunstancias conocidas de cada deceso y las constancias médicas relativas a la extracción de las esquirlas ahora halladas y peritadas, entre otros muchos aspectos. Sumado a la necesidad de llamar a declaración a algunas personas directamente afectadas que no habían sido nunca convocadas a testimoniar.

Los forenses y la UFI determinaron que "las personas que presentaron este tipo de incrustaciones en sus cuerpos se hallaban, en efecto, en posiciones próximas al lugar que finalmente fue identificado como foco de la explosión", o sea cerca de la camioneta Trafic usada en el atentado y que dejó un saldo de 85 muertos y cientos de heridos. Del mismo modo se verificó en cada caso el recorrido de los cuerpos del lugar del hecho hasta el centro pericial.

Por último, según explicaron los fiscales en el dictamen, fueron múltiples las razones que permitieron sostener en la investigación el empleo de una camioneta Trafic cargada con explosivos en la comisión del atentado contra la sede de la AMIA el 18 de julio de 1994. No obstante, resaltaron, que el material forense recuperado ahora, sumado al efectivo hallazgo de las esquirlas extraídas durante las autopsias en el laboratorio policial con los resultados de 2002, "refuerzan en una dirección inédita y unívoca la hipótesis históricamente sostenida por la fiscalía respecto del empleo de la camioneta Trafic".